La verdadera paz [...] sugiere el triunfo de la justicia y el amor entre los hombres; revela la existencia de un mundo mejor en el que reina la armonía". ~ Maria Montessori, La paz y la educación, 1965
¿Es posible que este mundo mejor y más armonioso, del que habló María Montessori hace más de 50 años, esté a nuestro alcance? Tras sobrevivir a dos guerras mundiales y pasar toda una vida observando el desarrollo de los niños, Montessori comprendió plenamente la relación entre la paz y la forma en que educamos a nuestras jóvenes generaciones. También previó que educando con un método basado en la paz, tenemos a nuestro alcance el poder de cambiar el futuro de la humanidad.
"Una educación capaz de salvar a la humanidad no es una empresa pequeña; implica el desarrollo espiritual del hombre, el realce de su valor como individuo y la preparación de los jóvenes para comprender la época en que viven." ~ Maria Montessori
Sin duda, es algo poderoso. Pero, ¿hasta qué punto es realista? ¿Puede el método Montessori enseñar realmente la paz a los niños? En realidad, puedes encontrar la respuesta a estas preguntas simplemente visitando un aula Montessori...
El entorno preparado incluye un fuerte enfoque en el respeto, la cortesía y la belleza.

Al experimentar por primera vez un aula Montessori, la mayoría de los adultos se quedan totalmente asombrados por el comportamiento tranquilo, ordenado, cuidadoso y cortés de los jóvenes alumnos. ¿Cómo puede ser? se preguntan en voz alta. ¿Asisten los niños a clases de paz? En realidad, las clases de paz no son necesarias porque la lección generalizada de la paz es modelada, experimentada y absorbida por los niños de forma espontánea y natural. El entorno preparado incluye un fuerte enfoque en el respeto (por los demás y por los materiales), la cortesía y la belleza. Esta es la encarnación de la paz y los niños la absorben, igual que las flores absorben la luz del sol.
"La educación no puede ser eficaz si no ayuda al niño a abrirse a la vida".~ Maria Montessori
"Hay una comunicación y una armonía entre ellos que rara vez se encuentra entre el adulto y el niño pequeño "Los niños muy pequeños (entre dos y seis años) empiezan a desarrollar capacidades empáticas. Toman conciencia de los demás y de sus necesidades particulares. Ahora es el momento de enseñarles habilidades sociales como decir "por favor" y "gracias", y decir "perdón" o "lo siento" en las situaciones pertinentes. El método Montessori las llama lecciones de "gracia y cortesía".
"Nuestras escuelas demuestran que los niños de distintas edades se ayudan mutuamente. El más pequeño ve lo que hacen los mayores y pide explicaciones. Hay una comunicación y armonía entre ambos que rara vez se encuentra entre el adulto y el niño pequeño."~ María Montessori
Una vida social satisfactoria e integrada adquiere cada vez más importancia para los niños a partir de los seis años aproximadamente. Los niños empiezan a ser plenamente conscientes de sus relaciones e interacciones con los demás. Conceptos como la equidad, el honor y la justicia son de especial interés. El método Montessori sigue modelando el respeto, la integridad, la armonía y la gracia social. Los niños tienen la oportunidad de expresarse y experimentar el aprendizaje en un entorno cuidadosamente preparado para satisfacer sus necesidades y fomentar su progreso personal.
"¿Qué es la vida social sino la resolución de problemas sociales, comportarse correctamente y perseguir objetivos aceptables para todos? sentarse al lado del otro y oír hablar a otro...".~ Maria Montessori
Sea cual sea su edad, los niños tienen una hermosa propensión hacia la paz. Cada niño lleva dentro la capacidad de hacer realidad "...la existencia de un mundo mejor en el que reine la armonía". Si los adultos somos capaces de alimentar la promesa innata de nuestros hijos, quizá lleguemos a ver el día en que el mundo sea realmente un lugar mejor.
"El niño es a la vez una esperanza y una promesa para la humanidad". ~ Maria Montessori