Agradecido a María Montessori

Noviembre de 2024

Cuando estuve recientemente de visita en Italia con mi marido, tuve el gran placer y la oportunidad de visitar el lugar de nacimiento y primer hogar de María Montessori. Se encuentra en la ciudad de Chiaravalle, Italia, en la costa este del país.

Siendo Montessoriana desde hace 42 años, fue un momento tan significativo y conmovedor para mí que literalmente rompí a llorar cuando entré por primera vez en el edificio. La casa ha sido remodelada para convertirla en un museo, y tuve la suerte de estar a solas con Anna, la encargada, durante dos horas mientras me enseñaba cada fotografía y artefacto y me los explicaba con todo lujo de detalles. El museo acababa de ser remodelado y abierto al público hacía tres años. Desde entonces, profesores Montessori de todo el mundo han visitado la casa para rendir homenaje a esta gran maestra.

Anna me contó que la joven María era hija única y que sólo había vivido en esta casa tres años antes de que su familia se trasladara a Roma. Me enseñó el pequeño dormitorio de María y la habitación de sus padres. Aunque era bastante pequeña y había sido remodelada considerablemente, conservaban las ventanas originales desde las que ella miraba a la Piazza cuando era pequeña. El rector hizo hincapié en que era a través de estas ventanas como la niña, durante sus tres primeros años, mientras se encontraba en los años de la mente absorbente inconsciente, veía por primera vez el mundo y se adaptaba a él. Comprendiendo la importancia de estos años de formación, reflexioné sobre el impacto que una pequeña ciudad tan hermosa tuvo en ella durante estos años fundamentales.

El museo exhibía muchas fotos preciosas de Maria Montessori de su infancia, de joven y con su hijo Mario. Una de las fotos más importantes era la de María Montessori con el alcalde de la ciudad cuando regresó a su ciudad natal al cumplir 80 años. Había una placa en la pared que decía lo importante que era para ella volver a su tierra natal antes de morir.

Los profesores Montessori también habían montado cuidadosamente y con gran comprensión de la secuencia de los materiales, todos los materiales de la primera infancia que la Dra. Montessori había desarrollado en una de las paredes. Fue muy impresionante ver la cantidad de materiales montados en un solo espacio. También me gustó ver una de sus preciosas túnicas y un sari que le regalaron cuando estuvo en la India.

Me fui con una sensación de gran deleite y profunda conexión con esta profesora asombrosa, brillante y dedicada que cambió el mundo a través de sus descubrimientos sobre el niño.