Cómo educar a un niño independiente
Criar a un león egoísta, a un niño independiente
¿Qué es eso de los leones egoístas?
"Mamá, la señorita Lyndsey me ha dicho que tenemos que ser leones egoístas", me dijo un día mi hijo de tres años al salir del colegio Montessori.
¿Eh? Busqué una pista en mi memoria, ¿de qué estaba hablando? ¿Había mencionado un libro sobre leones egoístas? ¿Tenían en la escuela una lección de gracia y cortesía sobre el egoísmo en la que había leones de por medio? Pero eso no tenía ningún sentido; seguramente, la lección habría sido no ser un león egoísta, ¿no? Sólo podía concluir que mi hijo había oído mal lo que había dicho su profesora. Pero mi hijo insistió: "Debemos aprender a ser leones egoístas, ¡lo dice la señorita Lyndsey!".
Llámame loco, pero algo no me parecía bien.
"Señorita Lyndsey", pregunté en la siguiente oportunidad, "¿qué es todo eso de los leones egoístas?".
"¿Egoísta qué?"
"Leones... mi hijo me dice que usted anima a los niños a ser 'leones egoístas'".
La señorita Lyndsey parecía desconcertada y luego puso esa mirada de "ooooooh". Lo siguiente que recuerdo es que estaba intentando no reírse.
"¡Autónomos!", dijo, ahogando un bufido. "Animamos a los niños a ser autosuficientes".
Oooooooooh. Bueno, eso tiene mucho más sentido. La educación Montessori considera que la autosuficiencia, la independencia y la confianza son lecciones vitales para las habilidades de toda la vida.
La autosuficiencia adquirida a través del éxito personal
Pero, ¿cómo puede un método educativo enseñar aptitudes tan importantes para la vida como la autosuficiencia? El método de enseñanza Montessori se basa en un profundo respeto por el niño como individuo. Los niños pueden elegir, en un entorno cuidadosamente preparado, las lecciones que más les interesan. Esto les permite practicar la toma de decisiones independiente, trabajar de forma autónoma y sentir el orgullo interior del logro al dominar con éxito cada lección.
A medida que el niño progresa en los ejercicios preparados, desarrollará confianza en su propia capacidad de comprensión y de toma de decisiones. La mayoría de las lecciones Montessori son autocorrectivas, lo que significa que el niño podrá ver por sí mismo si lo ha hecho bien o no. Si no es así, se le dará todo el tiempo que quiera para dominar la tarea. Estas técnicas reducen la necesidad de corrección externa, que puede provocar sentimientos de fracaso y estrés.
Otro aspecto importante del aula Montessori es la interacción entre niños de distintas edades. Lo ideal es que las clases estén compuestas por niños de tres años de edad. Por ejemplo, de 3 a 6 años, de 6 a 9 años, de 9 a 12 años, etc. Esto fomenta la interacción social cooperativa, que a su vez desarrolla las habilidades sociales, las amistades y la confianza en uno mismo. Además, los niños aprenden a respetar a los demás y a sí mismos. Mientras interactúan con otros niños y adultos en el aula y exploran con actividades de su entorno, los niños aprenden rápidamente a llevarse bien con los demás y cómo funcionan las cosas.
"Esta experiencia no es sólo un juego. Es un trabajo que debe hacer para crecer". ~Maria Montessori
Las actividades de la vida práctica también conducen a la autonomía
Otra forma en que la educación Montessori enseña a los niños a ser autosuficientes es a través de actividades de la vida práctica. La Dra. Maria Montessori descubrió que los niños tienen un interés innato por las actividades de la "vida real".
A menudo, como padres, no nos damos cuenta de que nuestros hijos no sólo están interesados, sino que también son muy capaces de realizar muchas tareas cotidianas comunes. He aquí algunos ejemplos de actividades de la vida práctica que se pueden ver en una escuela Montessori: los niños ayudan a poner la mesa y a preparar la comida. Después de la merienda o la comida, pueden ayudar a recoger la mesa y limpiar los platos. Los niños también ayudan a mantener limpia la clase, barriendo el suelo con escobas de tamaño infantil o colgando los abrigos en ganchos construidos al alcance de la mano.
Hay dos formas importantes de garantizar que los niños tengan éxito en las actividades de la vida práctica: una es proporcionarles el material adecuado y la otra es darles instrucciones claras, paso a paso. La adecuación del material suele reducirse al tamaño. Los niños deben poder manipular objetos con manos pequeñas, alcanzar estanterías, ganchos o tableros de mesa, y levantar/mover objetos más pequeños y ligeros, como sillas o taburetes. También deben ser seguros, nada demasiado afilado, caliente, alto, etc. Los niños pueden utilizar con seguridad y éxito martillos y otras herramientas de verdad, jarras y vasos de cristal, cepillos, peines y cepillos de dientes, lavabos, tendederos, cuchillos y tablas de cortar, por nombrar algunos, siempre que tengan un tamaño adecuado para las manos y el alcance del niño.
A continuación, antes de que el niño intente estas actividades de la vida práctica, se le da una lección detallada. El niño debe ver a un adulto demostrar la técnica adecuada y segura. La demostración debe dividirse en pasos que se señalan y explican. A continuación, se invita al niño a probar lo que acaba de ver. El adulto observará respetuosamente y sólo ofrecerá ayuda cuando sea realmente necesario. Recuerde que no pasa nada si el niño tarda un poco, comete errores e incluso se esfuerza un poco. Sólo hay que ayudar si el niño se frustra, pide ayuda o existe algún tipo de peligro potencial.
"Nunca ayudes a un niño con una tarea en la que sienta que puede tener éxito". ~Maria Montessori
El método Montessori de aprendizaje no es sólo para el tiempo que se pasa en la escuela. A través de la sabiduría de María Montessori y mediante el uso de estos métodos probados y verdaderos, los padres pueden enseñar a sus hijos las lecciones vitales de la independencia, el ingenio, y los leones egoístas ... quiero decir ... la autosuficiencia.
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