10 cosas que tu hijo necesita realmente para prosperar
¿Qué necesita realmente su hijo para prosperar?
Como padres, todos queremos que nuestros hijos prosperen mental, física y emocionalmente. Pero no es fácil saber exactamente qué necesita y cuándo. Pero cuando los padres comprenden las etapas naturales del desarrollo del niño y sus correspondientes necesidades, de repente todo es mucho más fácil.
Afortunadamente para nosotros, María Montessori descubrió que los niños de todo el mundo siguen ciertos patrones de comportamiento o "tendencias humanas" a medida que crecen y se desarrollan. Los niños, y de hecho los seres humanos, están predispuestos a utilizar comportamientos comunes para satisfacer sus necesidades básicas. Ahora, gracias a los descubrimientos de Montessori (que han sido probados y verificados científicamente una y otra vez a lo largo del siglo pasado), los padres pueden ayudar a sus hijos a prosperar mediante la comprensión de estos comportamientos profundamente arraigados.
¿Cuáles son esas "tendencias humanas"?
Según el Método Montessori, las necesidades de desarrollo de nuestros hijos, o "tendencias humanas", pueden agruparse en las 10 categorías siguientes:
- Orientación
- Pida
- Exploración
- Comunicación
- Movimiento
- Manipulación de objetos
- Repetición
- Precisión
- Imaginación
- El control del error conduce a la perfección
Orientación
Los niños tienen una necesidad innata de saber dónde están en su entorno. Los niños pequeños quieren explorar, pero quieren unas pautas claras que les indiquen adónde pueden ir y cómo volver. Ayudar a los niños a desarrollar sus habilidades de orientación les ayudará a desenvolverse en la vida, tanto física como socialmente.
Pida
Los niños necesitan dos tipos de orden: interno y externo. Proporcionando un entorno ordenado, los padres pueden ayudar a que florezca el sentido del orden en su hijo. El orden aporta seguridad. Necesitan saber qué esperar y cuándo esperarlo. Satisfacer la necesidad de orden del niño le preparará para conceptos como secuenciar y clasificar.
Exploración
Los niños exploran constantemente su entorno con los sentidos, empapándose de todos los sonidos, imágenes, sabores, olores y texturas que les rodean. Los padres pueden ayudarles proporcionándoles un entorno seguro, rico en sentidos y con el máximo potencial de exploración.
Comunicación
La comunicación es lo que hace posible que los seres humanos pasen información de un individuo a otro. Los niños nacen con una necesidad esencial de comunicarse. Incluso los más pequeños utilizan expresiones faciales, gestos y el habla para comunicar sus necesidades básicas. Los padres pueden ayudar a sus hijos a aprender simplemente hablándoles (incluso a los bebés más pequeños, incluso cuando no hay nadie alrededor, incluso si usted suele ser una persona de pocas palabras: ¡hable, hable, hable con sus pequeños!) En última instancia, la tendencia del niño hacia la comunicación le conduce a la palabra escrita y a la lectura.
Movimiento
A medida que el niño aprende a moverse, no sólo desarrolla el control muscular (o control motor), sino que también experimenta una expansión neuromuscular. Todos los padres saben que intentar inmovilizar a un niño pequeño es, en el mejor de los casos, una ardua batalla. María Montessori observó que los niños buscan la actividad de forma natural para aprender a utilizar y coordinar el movimiento. En otras palabras, los niños deben moverse para dominar el movimiento. Por tanto, el objetivo de los padres es permitir el movimiento y guiar al niño hacia actividades que se correspondan con sus necesidades internas de desarrollo.
"Debemos... desistir del inútil intento de reducir al niño a un estado de inmovilidad. Debemos más bien dar 'orden' a sus movimientos, conduciéndolos hacia aquellas acciones hacia las que sus esfuerzos tienden realmente." ~Maria Montessori, Manual de la Dra. Montessori
Manipulación de objetos
Los niños necesitan tocar los objetos para entenderlos. Los seres humanos nacemos con una necesidad interior de tocar, sostener y dar forma a los objetos de nuestro entorno.
"Las manos son los instrumentos de la inteligencia del hombre". ~Dra. Maria Montessori
Repetición
Tu hijo tiene una necesidad imperiosa de repetir ciertas tareas una y otra vez. Está intentando dominar esa tarea y su maestro interior le obliga a hacerlo. María Montessori nos enseña que esta repetición sólo se completa cuando el niño decide que ha terminado. Los padres pueden ayudar reconociendo cuándo su hijo se dedica a
repetición (a menudo parecerá hiperconcentrada) y haciendo todo lo posible por NO interrumpir. Si al niño se le da el tiempo y la libertad que necesita, no sólo dominará la tarea que se le ha encomendado, sino que también estará desarrollando su capacidad de concentración y adquiriendo una sensación de logro.
Precisión
Su hijo tiene una tendencia innata a buscar la "perfección" en su trabajo. Se basará en sus otras habilidades, como la manipulación de objetos, el orden y la repetición, para satisfacer su sentido de la exactitud. Los padres pueden ayudarle teniendo tanta paciencia como puedan reunir. Como en el caso de la repetición, puede ser difícil satisfacer las necesidades de su hijo cuando a usted le parecen francamente obsesivas. Pero negar o interrumpir a un niño que intenta satisfacer sus necesidades innatas de desarrollo va a ser mucho, mucho más duro, para todos los implicados.
"Aveces los niños muy pequeños, en un entorno adecuado, desarrollan una destreza y una exactitud en su trabajo que no pueden sino sorprendernos". ~Maria Montessori
Imaginación
Los montessorianos definen la imaginación como la capacidad de visualizar algo que en realidad no se puede ver. Los niños tienen la necesidad de crear las cosas que pueden visualizar en su mente. Los padres pueden ayudarles proporcionándoles las herramientas adecuadas y la libertad para expresar lo que imaginan. La pintura, las manualidades, el dibujo, la música y la narración de cuentos son formas positivas de que los niños utilicen su imaginación.
El control del error conduce a la perfección
Aquí se combinan todas las tendencias de su hijo. Explora su entorno y se siente atraído por un determinado material o tarea. Manipula los materiales e imagina cómo le gustaría que fuera el resultado. Repite las manipulaciones buscando el orden y la precisión. Se da cuenta de sus propios errores y sigue trabajando en busca de la "perfección". (Por cierto, la idea de perfección es de tu hijo, no tuya como padre o adulto). Su hijo experimenta entonces una profunda sensación de satisfacción, alegría y logro cuando ha alcanzado su propia idea de perfección.
Las tendencias subyacentes que impulsan el comportamiento humano están en todas partes, en todas las culturas y a lo largo del tiempo. Una vez que somos conscientes de estas tendencias, podemos animar a los niños a seguir sus propias motivaciones internas. Los niños automotivados están mucho más tranquilos, centrados y satisfechos que los que son guiados en contra de sus corrientes internas.
Una vez que reconocemos estas tendencias universales, la pregunta es: ¿cómo podemos facilitar y alimentar su desarrollo natural? Precisamente porque estas tendencias se hicieron evidentes para María Montessori, su desarrollo se observa, se respeta y se alimenta.
~ Extracto del Curso de Desarrollo Infantil en línea del Instituto Auténtico Montessori