Diez consejos útiles de Montessori para padres

Diez pequeños recordatorios para (incluso los mejores) padres80380136

No soy perfecta. Soy un padre cariñoso, bienintencionado, muy atento, a veces olvidadizo y a menudo ocupado. Creo que esto me pone en el mismo barco que a muchas otras personas. A veces ayuda tener un pequeño recordatorio de todas esas buenas prácticas de crianza que realmente conocemos en el fondo, pero que a veces podemos olvidar en el ajetreo y el bullicio de nuestra vida cotidiana. Así que aquí, inspirada en la gran sabiduría de María Montessori, hay una lista de diez consejos útiles para nosotros, los padres no del todo perfectos.

No olvide lo básico. ¿Duerme lo suficiente? ¿Sigue una dieta sana? Mantenga la calma y la coherencia a la hora de acostarse. Léale o cuéntele cuentos antes de acostarse. Mantenga la misma hora de acostarse durante toda la semana. Además, ayude a su hijo a aprender a comer alimentos nutritivos ofreciéndole opciones saludables, pero no le obligue a comer. Limite las alternativas y las bebidas que no sean agua. Hable con sus hijos sobre los alimentos. Pídales que describan su aspecto, olor y sabor. Invite a los niños a que le ayuden a cocinar y a preparar la comida.

Deja que ayuden. Además de ayudar en la cocina, implique a los niños en muchas de las tareas cotidianas, especialmente en aquellas por las que manifiesten interés. Algunos ejemplos: poner la mesa, ordenar los cubiertos o la colada, quitar el polvo, ayudar a lavar el coche, etc. Tómate el tiempo necesario para mostrarles, paso a paso, cómo llevar a cabo estas tareas con éxito. No olvides las sabias palabras de María Montessori: "Nunca ayudes a un niño con una tarea en la que sienta que puede tener éxito".

Proporcione las herramientas adecuadas. Te sorprenderá lo mucho que los niños pueden hacer por sí mismos, sobre todo si disponen de herramientas, muebles o utensilios de tamaño infantil. Coloca estanterías bajas para que puedan guardar sus propios juguetes, libros, etc. Incluso los niños muy pequeños pueden colocar las cosas en su sitio, colgar sus propios abrigos, poner la colada en el cesto y mucho más. Empieza con cosas como: un taburete, un78480842 mesa y sillas pequeñas, un recogedor y una escoba reducidos, o tazas, cuencos y cucharas del tamaño justo para las manos de los más pequeños.

Sea constante. Las rutinas regulares y sin prisas proporcionan comodidad y seguridad. Siempre que sea posible, esfuércese por dejar tiempo suficiente, respetar los horarios y ser puntual (en el colegio, etc.). Asimismo, deje habitualmente algún tiempo sin estructurar para jugar, explorar o simplemente "estar". Cuando las cosas se salgan de la "norma", prepare a su hijo para lo que está por venir. En la medida de lo posible, hágale saber con antelación adónde va y cuándo.

Gracia y cortesía. Enseña y (lo que es más importante) modela la forma en que quieres que actúen tus hijos. NO es el momento de "haz lo que yo digo, no lo que yo hago". Utiliza modales educados y habla con respeto. Mantén el contacto visual, ponte a su nivel, pero no les hables "por encima del hombro". Háblales de paciencia, amabilidad, honestidad, compartir, ayuda y cualquier otro principio que valores. No interrumpas y enseña a tus hijos a hacer lo mismo.

¡Lee, lee, lee! Lee con tus hijos todos los días. Vaya a la biblioteca o a la librería. Visite Abuela y niña leyendoleer sea una experiencia agradable y placentera. Además, juegue, cante y cuente chistes. Háblele de las palabras y ayúdele a tomar conciencia de los sonidos que las componen. Por ejemplo, pregúnteles "¿qué empieza por mmm?" o "¿qué rima con cat?"

Regale el don de la palabra. Nuestros hijos aprenden palabras y lenguaje escuchándonos. Hable con sus hijos siempre que tenga ocasión. En el coche, hable de lo que ve por la ventanilla. Cuando estés en el supermercado, nombra los distintos alimentos mientras recorres los pasillos. Puede que al principio le parezca una tontería, pero recuerde que le está dando a su hijo el precioso regalo del lenguaje y un rico vocabulario.

Detente y huele las rosas. Si es posible, salga al aire libre con sus hijos cada día. Paseen juntos. Deje que 9.91El niño marca el ritmo. Detente y fíjate en lo que te rodea. Háblale de ello: "¿qué ves/oyes/ hueles/ etc.?". Deja que el niño tenga un lugar (puede ser simplemente una maceta) para cultivar cosas. Cuelga un comedero para pájaros y obsérvenlos juntos. Abríguese bien y salga aunque haga frío o llueva. Ayuda a tu hijo a crear un diario o una colección sobre la naturaleza.

La seguridad ante todo. Enseñe a su hijo a ser consciente de la seguridad. La mayoría de los padres hemos "puesto a prueba de niños" nuestros hogares, y hemos intentado pensar en todo. El único inconveniente es que nuestros hijos no siempre están en casa. Explícale los peligros de los enchufes eléctricos, las cerillas, las puertas y tapas pesadas, el agua, las escaleras, etc. Además, enseñe a su hijo su dirección, número de teléfono y cómo llamar al 911. Y por último, asegúrese de que sus hijos aprenden a nadar.madre trabajadora

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¿Cuánta libertad? ¿Cuánta disciplina?

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