El poder del aprendizaje práctico

"Lo que la mano hace, la mente lo recuerda". - Dra. María Montessori

Si un niño es capaz de utilizar sus manos para descubrir, sus descubrimientos cobran más sentido para él. Los conceptos que aprenden están mucho más arraigados de lo que podría estarlo cualquier memorización, porque al utilizar sus manos, experimentan su aprendizaje. Es un participante activo.

Educación activa

Si se imagina una clase tradicional, lo más probable es que vea a un profesor de pie en la parte delantera de la clase, cerca de una pizarra blanca o negra, hablando a niños que están alineados en pupitres, memorizando datos o mirando y escuchando atentamente a su instructor.

En los últimos años, conceptos como "grupos de mesa" y "asientos flexibles", en los que los niños pueden sentarse en pequeños grupos o elegir dónde sentarse, han permitido rediseñar en cierta medida el aula.

Además de la disposición del entorno en sí, muchos profesores y administradores también han recurrido a experiencias prácticas o no tradicionales en el aula, como el "aprendizaje basado en proyectos", el "pensamiento de diseño", el "movimiento maker" y la "clase invertida", en busca de formas de implicar a los niños en su aprendizaje.

Estos cambios en la educación nos recuerdan que la educación no es una solución única. Las necesidades individuales pueden abordarse cuando nos tomamos el tiempo de dar un paso atrás, evaluar lo que estamos haciendo y tomar la decisión de avanzar con determinación. ¿Necesitas orientación para el cambio? Sigue leyendo.

Realizar cambios

Si no está seguro de por dónde empezar, permítame darle una idea poderosa. Empiece por las manos del niño.

Sí, claro.

Fácil.

Las manos del niño.

¿Qué?

Déjeme que se lo explique.

Si puedes hacer un cambio en el aprendizaje, empieza con un simple paso. Prueba esto: empieza observando las manos. Las manos son inteligentes. Realmente inteligentes. Igual que nuestras cabezas. A menudo, sin embargo, esto parece olvidarse.

Si alguna vez tiene la oportunidad de observar a alguien aprendiendo una nueva habilidad, le reto a que observe sus manos. Es a través del tacto y la manipulación como la información llega al cerebro.

Usa las manos

Los adultos parecen pensar que está bien que los niños más pequeños trabajen con las manos cuando están aprendiendo. Piensa en ello: Cajas de arena, mesas de agua, plastilina. Pero en algún momento estos manipulativos reciben la mala reputación de ser "infantiles".

¿Por qué? Si alguna vez has visto a alguien participar en una actividad que le gusta, ¡es muy probable que le hayas visto usar las manos! Es probable que hayas visto a alguien construyendo con herramientas, arreglando un vehículo o tocando un instrumento. ¿Qué tal alguien pasando la página de un libro, escarbando en la tierra mientras cultiva un huerto o haciendo comida?

¿Por qué iba a ser diferente el aprendizaje de las matemáticas, las ciencias, la historia o los idiomas? Utiliza un ábaco para sumar, mide la velocidad al lanzar un malvavisco con una cuchara, tiñe de té un mapa o manipula pares de objetos que rimen. Tanto en la educación formal como en la informal, ¡usar las manos ayuda!

En el aula Montessori

La Dra. Maria Montessori era una científica que pasaba tiempo observando a los niños. Al hacerlo, se dio cuenta de que los niños querían una aplicación práctica y real del aprendizaje. Y no sólo lo querían, sino que les gustaba utilizar sus manos.

Mediante la experimentación y el cálculo cuidadoso, Montessori desarrolló materiales para que los niños los utilizaran. Estas lecciones fomentan intencionadamente el autodescubrimiento y sirven a los objetivos de aprendizaje. Más de 100 años después, las observaciones que hizo entonces siguen siendo válidas. Independientemente del tema que traten, los niños disfrutan y se benefician de utilizar sus manos para aprender.

En un aula Montessori verás aprendizaje práctico ¡EN TODAS PARTES! Un niño que lava una mesa está aprendiendo a cuidar su entorno a la vez que prepara los músculos de sus manos para realizar movimientos similares al escribir. Colocar cubos unos encima de otros en la torre rosa permite a los niños aprender la precisión del movimiento a la vez que su cuerpo experimenta, físicamente, ¡la diferencia de 1 centímetro cúbico diez veces! Y no sólo eso, sino que también se enseñan los fundamentos del sistema matemático de base diez. Rara vez se enseña una lección en un aula Montessori con un solo propósito, y por lo general, con el tiempo, el aprendizaje práctico conduce a múltiples objetivos.

Un viaje personalizado

El aprendizaje no es una carrera con una línea de meta. Es un paseo constante a través de una variedad de experiencias que requieren caminos diferentes y utilizan materiales distintos.

Tanto si Montessori es tu musa, como si quieres mejorar el aprendizaje de tus alumnos o simplemente te gusta ensuciarte las manos, ¡no esperes! El mundo te está esperando. ¡Explora! ¡Investiga!

¿Está interesado en aprender más sobre el aprendizaje práctico en el aula Montessori? Únase a nosotros en nuestro próximo curso de desarrollo profesional, Hands-on Math: ¡La manera Montessori!

Más entradas de blog