Los diez secretos de Montessori-#1 Los dos polos de la humanidad

"El niño trabaja por el puro placer de la actividad, para satisfacerse a sí mismo, mientras que el adulto trabaja para lograr algún fin externo. Montessori llamaba a esto "los dos polos" de la humanidad".


Los diez secretos de Montessori

María Montessori descubrió secretos, diez para ser exactos. Por suerte para nosotros, Mary Ellen Maunz, M. Ed., fundadora y Directora de Programas de Age of Montessori, está dispuesta a compartir el tesoro de información que encierran estos secretos, y a explicar exactamente lo que pueden significar para usted y sus hijos. Con estos diez secretos, usted obtendrá una rica comprensión del marco que subyace al Método Montessori. María Montessori desarrolló algo más que un método educativo revolucionario: descubrió el verdadero funcionamiento interno de la mente del niño. Estos diez secretos se basan en su vida de observación de los niños y en el reconocimiento de lo que realmente necesitan para prosperar.

Secreto número uno: "Los dos polos de la humanidad"

El niño trabaja por el puro placer de la actividad, para satisfacerse a sí mismo, mientras que el adulto trabaja para lograr algún fin externo.

"El desarrollo humano pasa por dos estados esenciales con formas y objetivos muy diferentes y distintos. llamó a esto "los dos polos" de la humanidad. El niño trabaja por el puro placer de la actividad, para satisfacerse a sí mismo, mientras que el adulto trabaja para lograr algún fin externo. Esta diferencia esencial pasa desapercibida para los adultos, y la civilización se basa casi por completo en las necesidades de sus miembros adultos." - Mary Ellen Maunz

¿Se ha fijado alguna vez en cómo los niños se sienten inexplicablemente atraídos por determinadas actividades? ¿O se quedan completamente absortos en una tarea que usted no puede imaginar como interesante? Es como la clásica historia del niño que recibe como regalo el último juguete, el más grande y el más caro, para luego jugar sin parar con la caja en la que venía. Todos lo hemos visto, ejemplos de lo realmente diferente que es la mente del niño de la nuestra. Algunos podrían suponer que la mente del niño es simplemente una versión no formada e inmadura de la del adulto, pero Montessori descubrió que no es así. La filosofía Montessori distingue la mente en desarrollo como el "otro polo de la humanidad" - no simplemente una versión joven de una mente adulta.

"Al nacer, el niño sale de una persona -el vientre de su madre- y esto le hace independiente de sus funciones corporales. A continuación, el bebé está dotado de un impulso, o necesidad, de enfrentarse al mundo exterior y absorberlo. Podríamos decir que nace con 'la psicología de la conquista del mundo'". - María Montessori

Los niños nacen con una necesidad interior de dar sentido a lo que les rodea.

Montessori observó que los niños nacen con una necesidad interior de dar sentido a lo que les rodea y absorber información como una esponja absorbe el agua. Montessori llamó a esto la mente absorbente. Así es como los niños "se hacen a sí mismos" continuamente, el impulso inherente al niño de "conquistar el mundo" en acción.

"Las impresiones llegan a nosotros y las almacenamos en nuestra mente; pero nosotros mismos permanecemos separados de ellas como un jarrón se mantiene separado del agua que contiene. En cambio, el niño experimenta una transformación. Las impresiones no sólo entran en su mente, sino que la forman. Se encarnan en él... Hemos llamado a este tipo de mentalidad La Mente Absorbente". - María Montessori

Comprender que los niños pequeños "trabajan" para satisfacer sus propios impulsos internos, y no para lograr un objetivo externo, nos ayuda a darnos cuenta de la necesidad de un entorno de aprendizaje rico para nuestros hijos. En un entorno adecuadamente "preparado", el niño es capaz de dirigir su propia experiencia de aprendizaje. Desde la perspectiva del adulto, el camino elegido por el niño puede parecer aleatorio e indisciplinado, sobre todo porque no siempre podemos ver o medir el crecimiento académico. Pero los resultados se revelarán en el aumento de la confianza del niño, fruto de su dominio y sus logros personales, conseguidos paso a paso. Esta es una de las muchas riquezas que nosotros -profesores y padres- podemos extraer del aprendizaje de los secretos de la educación Montessori. 

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