Definición de integridad

¿Cómo define usted la integridad? ¿Incluiría su definición la honestidad? ¿La moralidad? ¿Justicia? Tómate un momento para reflexionar sobre lo que significa la integridad para ti.

Bien, ¿cómo definirías ahora la integridad para un niño pequeño? ¿Usarías las mismas palabras y ejemplos que en tu reflexión? ¿O tendrías que inventar una versión diferente?

Como joven profesora y madre, sinceramente no estoy segura de haber reflexionado nunca sobre la definición de integridad, y nunca se me habría pasado por la cabeza hablar de integridad con niños en edad preescolar. Sin embargo, ¿te has dado cuenta de que la vida tiende a darte lecciones para las que no siempre estás preparado? Permítanme compartir con ustedes una pequeña historia sobre la forma en que me topé con la definición de integridad. Es lo bastante sencilla como para utilizarla con un niño pequeño y lo bastante profunda como para cambiar mi forma de pensar sobre la integridad hasta el día de hoy.

Definición de integridad

Un día de primavera, al pasar por delante de una clase, vi a una profesora que conversaba con sus alumnos de cinco años.

Al darse la vuelta para ayudar a una amiga más joven, el nivel de ruido había aumentado rápidamente, y el aula típicamente normalizada se convirtió en un caos en cuestión de momentos. Voces fuertes, pies que corrían y desorden se apoderaron rápidamente del ambiente típicamente pacífico. Incapaz de hacer frente a la conmoción, la profesora se volvió hacia sus alumnos mayores, quienes, sin mediar palabra, dejaron de hacer payasadas y la miraron con cara de culpabilidad.

Invitó a los niños a reunirse a su alrededor, para hablar con ellos de sus acciones. Fueron estas palabras las que escuché y me detuvieron al pasar: "Integridad es hacer lo correcto, incluso cuando nadie está mirando". Las palabras que pronunció me pararon en seco y aún resuenan en mí.

Esa profesora podría haberles dado un simple recordatorio o volver a hablar con sus alumnos para que se centraran en sus deberes. En lugar de eso, optó por convertir ese momento en un momento de enseñanza.

Vio que los niños buscaban límites y se dio cuenta de que podía ayudarles a ser más conscientes. Podía enseñarles a crear sus propios límites de comportamiento. No necesitaban que ella les dijera que pararan o cómo comportarse. Las miradas que ponían cuando les ponía fin a sus payasadas evidenciaban que sabían que podían tomar mejores decisiones. Necesitaban que ella les enseñara a controlar mejor sus decisiones.

"Integridad es hacer lo correcto, incluso cuando nadie está mirando". Una definición sencilla y omnicomprensiva. Los niños la entendieron. Una vez que comprendieron el significado de la integridad, se dieron cuenta de que podían tomar la decisión de hacer lo correcto por sí mismos. No necesitaban que alguien les hiciera un gesto de aprobación o les recordara que debían revisar sus acciones. La integridad se hizo accesible, real e interna. En adelante, les resultó fácil (¡y a mí!) definir si mantenían o no su integridad tanto dentro como fuera del aula.

Integridad de la enseñanza

"...los cimientos de un niño deben ser tan sólidos que pueda seguir funcionando con honor y con amor incluso cuando los que le rodean no lo hagan". Trevor Eissler

María Montessori creía que los niños son capaces de entender y utilizar las palabras adecuadas, aunque sean "grandes". En un aula Montessori, niños de tan solo 2 años y medio aprenden los nombres correctos de formas como "hexágono", "triángulo curvilíneo" y "cuatrifoliar", porque sus cerebros están preparados para absorber esta información. No hay por qué simplificar demasiado el lenguaje o los conceptos. Los niños aceptan el reto de aprender la información que se les da.

Esta capacidad de comprender y utilizar las palabras también funciona con las emociones y los comportamientos. Una definición sólida de la integridad, junto con la oportunidad de observar a otras personas que viven según sus valores, aumenta la probabilidad de que el niño viva una vida íntegra.

Una vez que los niños han comprendido lo que es la integridad, es importante que también la vean y la oigan. La perfección no es el objetivo. De hecho, hay infinitas lecciones alternativas en nuestras imperfecciones. El objetivo es que los niños vean y oigan cómo puede manifestarse la integridad en la vida cotidiana.

Hay dos maneras muy fáciles de sumergir sistemáticamente a un niño en la integridad. María Montessori las combinó y las denominó "gracias y cortesías".

  • Hablar con integridad
  • Actuar con integridad

Cada una de estas (aparentemente) sencillas ideas podría muy bien convertirse en una entrada de blog independiente, pero por ahora, tómelas al pie de la letra con un puñado de ejemplos:

5 formas de hablar con integridad

  • Di "por favor" y "gracias".
  • Si alguien le corta el paso en el carril compartido, absténgase de faltar al respeto (incluso en voz baja).
  • Defienda a los desvalidos.
  • No desautorices verbalmente a un compañero de trabajo, ni siquiera confidencialmente.
  • Pregunte: "¿cómo puedo ayudar?".

5 formas de actuar con integridad

  • Mantén la puerta abierta para los demás antes de entrar
  • Saluda a un vecino al pasar
  • Haz de tu casa un lugar acogedor para los amigos de tus hijos
  • Llegue pronto (o al menos puntual)
  • Echar una mano

Dirección

Los diez ejemplos anteriores son formas sencillas y cotidianas de mostrar integridad, y la lista de posibilidades es interminable. No es necesario realizar cada una de ellas todos los días, ni siempre nos sentiremos satisfechos al llevarlas a cabo. El objetivo es intentarlo de verdad. Haz tus propias listas de ideas que funcionen para ti y para los niños de tu vida, ¡y pruébalas! Cuanto más se practica la integridad, más se interioriza y más fácil resulta.

Al practicar y hablar intencionadamente de integridad con los niños, estamos ayudando a guiar sus vidas de forma positiva. Desde una edad temprana, los niños determinan cuáles son sus valores culturales y familiares y empiezan a experimentar con sus propias brújulas morales. Es prudente dedicar tiempo a explicarles por qué creemos que determinadas situaciones son correctas o incorrectas y ayudarles a orientarse en una dirección honesta desde el principio.

Mientras que los adultos están bien encaminados para definir quiénes son y en qué creen, los niños acaban de emprender ese mismo camino. En última instancia, cada individuo tomará decisiones sobre en quién se convertirá, basándose en toda una vida de experiencias. Imagina un mundo en el que todos tuviéramos un poco más de integridad. Nuestro mundo cambiaría a mejor persona a persona.

Nueva comprensión

Antes de encontrarme con la conversación en aquella clase, nunca se me había ocurrido definir la integridad para los niños en edad preescolar. La definición que escuché es la que he utilizado desde entonces con muchos niños pequeños, pero también con mis propios hijos, y como recordatorio para mantenerme a raya.

Un suceso fortuito definió la integridad para mí. También me recordó que es importante que permitamos que el desarrollo moral sea un proceso para todos, lleno tanto de errores como de simples victorias. Nuestro trabajo como cuidadores es proporcionar un entorno de aprendizaje óptimo. También debemos dejar que los niños hagan los últimos descubrimientos por sí mismos. Entonces, cuando llegue el momento de darles la espalda y dejarles elegir su propio camino, imagina qué sensación tan increíble experimentaremos cuando les sorprendamos haciendo lo correcto aunque nadie más esté mirando.

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