5 formas excelentes de enseñar empatía

¿Por qué enseñar empatía?

Hace poco participé en un reto de escritura llamado NAPIBOWRIWEE, o"Semana nacional de escritura de libros ilustrados". Durante este evento, se reta a los participantes a escribir un álbum ilustrado al día durante siete días. Cada día del reto hay un blog inspirador con autores, ilustradores, editores o agentes invitados. El primer blog del año fue una sesión de preguntas y respuestas con la editora de Lee & Low Books, Jessica Echeverría, que compartió (entre otras muchas observaciones perspicaces) la siguiente afirmación: "Creo que una de las cosas más importantes que hay que enseñar a los niños es la empatía". (Se refería al libro ilustrado ganador del premio Newbery, Last Stop on Market Street, el primer libro ilustrado que gana la medalla Newbery en más de 35 años, por cierto).

"La empatía es probablemente el mayor don de nuestra especie. No habríamos podido sobrevivir sin crear relaciones y grupos que pudieran funcionar juntos."

Esta afirmación me ha tocado la fibra sensible, no sólo como escritora, sino también como madre. Estoy de acuerdo con Jessica; enseñar empatía a nuestros hijos es (citando a Donald Trump) ¡INMENSO! La empatía, o la capacidad de comprender los pensamientos o sentimientos de otra persona, nos ayuda a vivir vidas más plenas y felices. Según el doctor Bruce D. Perry, coautor de Born for Love: Why Empathy Is Essential - and Endangered, "La empatía es probablemente el mayor don de nuestra especie. No habríamos podido sobrevivir sin crear relaciones y grupos que pudieran funcionar juntos".

El mayor regalo de nuestra especie.... ¡Vaya! Menos mal que soy una madre tan compasiva y empática. Puedo estar segura de que mis hijos lo saben todo sobre la empatía... ¿verdad? Espera, ¿he enseñado empatía a mis hijos o he dado por sentado que aprenderán de mi ejemplo? Es cierto que modelar comportamientos positivos es crucial a la hora de enseñar compasión (o cualquier otra cosa), pero ¿qué más puede hacer un padre bienintencionado para fomentar la amabilidad?

Reconocer la amabilidad


Una cosa que podemos hacer es reconocer los esfuerzos de nuestros hijos por ser empáticos. Quizás acabas de ver al pequeño Billy intentando calmar a un amigo enfadado. (Es cierto que lo hizo ofreciéndose a acurrucarse con la serpiente Slinky... pero bueno, lo intentó). Basta con un rápido "has sido muy amable". No hay que exagerar. Elogiar cada pequeño acto de cortesía puede tener el efecto contrario al volver a centrar la atención en "todo sobre mí".

Sea respetuoso

Si no sueltas el teléfono para saludar al dependiente de la tienda o eres grosero con el camarero que te ha hecho el café, tu hijo se dará cuenta. En lugar de eso, aproveche esos momentos para hablar de cómo se sienten los demás en determinadas situaciones. Sinceramente, puede que también te ayude a mejorar tu perspectiva.

Pedir disculpas cuando proceda


Nadie es perfecto. Todos experimentamos momentos de trastorno por déficit de empatía. Perdónese a sí mismo y deje que sus hijos le vean superar sus sentimientos negativos. Fomente las conversaciones sobre la ira, la frustración, los celos y todas esas emociones tan humanas pero tan poco empáticas. Y no tenga miedo de disculparse por sus errores delante de sus hijos.

Subir la empatía en la lista de prioridades

A menudo me sorprendo pensando y diciendo: "La felicidad de mis hijos es lo más importante". Pero los estudios demuestran que centrarse mucho en "ser feliz" en realidad no aumenta la felicidad de los niños. Según este informe de Harvard, "los padres que no dan prioridad a que sus hijos se preocupen por los demás pueden privarles de la oportunidad de desarrollar habilidades relacionales fundamentales, y las relaciones sólidas son una de nuestras fuentes de bienestar más vitales y duraderas." En otras palabras, el mejor camino hacia la felicidad pasa por la amabilidad hacia los demás. Intente dar prioridad a la empatía y la compasión hacia los demás, y ayude a su hijo a comprender que no es la única persona de este planeta.

La práctica hace al maestro

Como cualquier otra habilidad, la empatía requiere práctica y el entorno familiar está repleto de desafíos. Así que practiquen escuchándose unos a otros. Hable de los sentimientos de los demás e intente comprender cómo es una experiencia desde el punto de vista de otra persona. Proporcione a los niños el lenguaje necesario para hablar de sus sentimientos, y no sólo de alegría y tristeza, sino también de celos, preocupación, enfado, sorpresa, etc. Practica la amabilidad y la empatía, y ayuda a tus hijos a hacer lo mismo. Que sea un estudio de la compasión, al fin y al cabo...

"El estudio del amor y su utilización nos conducirá a la fuente de la que brota, El Niño". ~Maria Montessori

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