3 maneras en que la naturaleza puede calmar

Influencia en los niños


Todo el mundo, independientemente de su edad, puede beneficiarse de pasar más tiempo en la naturaleza. El aire libre puede ayudarnos a mejorar nuestro estado de ánimo, aliviar el estrés y hacer que movamos nuestro cuerpo para proteger nuestra salud física. Uno de los mayores beneficios de la naturaleza para los niños es su influencia tranquilizadora. Un día en un entorno natural puede hacer maravillas con un niño estresado, ansioso o hiperactivo. He aquí tres maneras en que la naturaleza puede infundir calma a los más pequeños.

1. Los entornos naturales pueden favorecer la práctica de la atención plena

Salir a la naturaleza es una forma brillante de animar a los niños a disfrutar de un entorno tranquilo y a ser más conscientes y observadores del mundo que les rodea. La atención plena es el proceso de estar presente en un momento, reconociendo las imágenes, los sonidos, los olores y las sensaciones que nos rodean, ralentizando los pensamientos ajetreados y calmando las emociones fuertes. Practicar mindfulness con los niños puede ayudarles a reducir los niveles de estrés y ansiedad y a aumentar su capacidad de concentración.

A los niños puede resultarles difícil practicar la quietud y el silencio, así que convierte la atención plena en una actividad interactiva para que se comprometan con ella. Dales un papel y un lápiz y pídeles que anoten todos los sonidos que oyen mientras están sentados en silencio en un entorno natural durante un tiempo determinado. Si practicas esta actividad con regularidad, los niños aprenderán a reconocer los ruidos y a prestarles atención cuando estén en la naturaleza. Es una forma estupenda de que aprendan el valor del silencio, la observación y la atención al mundo que les rodea.

2. Explorar la naturaleza puede aumentar la actividad física y aliviar el estrés.


Cuando los niños están en la naturaleza, tienen mucho espacio para correr, trepar, saltar, perseguir y, en general, poner el cuerpo en movimiento. La actividad física es esencial para gozar de buena salud, pero puede ser especialmente positiva para aliviar el estrés. Las investigaciones han demostrado que los niños que hacen ejercicio con regularidad son más capaces de controlar sus niveles de estrés que los que no lo hacen. Además, tienden a tener mayores niveles de felicidad, menores niveles de ansiedad y mayor confianza en sí mismos.

Los niños pueden hacer ejercicio y mantenerse activos casi en cualquier sitio, pero puede ser difícil animarles a moverse cuando están en casa. Muchos niños recurren a teléfonos, tabletas y ordenadores portátiles para entretenerse y, cuando estos dispositivos están tan a mano en casa, puede hacer falta mucha fuerza de voluntad para dejarlos a un lado y ponerse en movimiento. Cuando se saca a los niños de casa y se les lleva a un entorno natural, puede ser más fácil conseguir que se tomen un descanso de sus pantallas. Además, muchos niños se sienten naturalmente inspirados para ponerse activos cuando hay un nuevo entorno que explorar.

3. La naturaleza ofrece oportunidades de juego sensorial relajante

El juego sensorial se centra en juegos y actividades que estimulan los sentidos. El juego sensorial no sólo estimula la vista, el oído, el olfato y el tacto, sino también la conciencia del propio cuerpo y la capacidad de equilibrio. 

El juego sensorial es esencial para el desarrollo del niño porque favorece el crecimiento de las conexiones nerviosas en las vías cerebrales. Las habilidades lingüísticas, motoras y de resolución de problemas se apoyan y desarrollan con la ayuda del juego sensorial. Ciertas sensaciones también pueden ayudarnos a estimularnos cuando nos sentimos bajos de energía, y otras nos ayudan a calmarnos y centrarnos cuando nos sentimos hiperactivos, inquietos o abrumados.

Los entornos naturales ofrecen a los niños un sinfín de experiencias sensoriales. Hay muchas texturas, sonidos, olores, colores y formas diferentes que explorar. Los niños tienen muchas oportunidades de practicar el equilibrio y desarrollar la motricidad trepando a los árboles, trepando por rocas y troncos o caminando por distintos tipos de suelo. Los niños propensos al estrés, la ansiedad o la sobreestimulación pueden descubrir que las experiencias sensoriales que viven al aire libre les ayudan a sentirse más tranquilos y relajados.


Tanto los niños como los adultos pueden beneficiarse de la relajante influencia de la naturaleza. Da prioridad a pasar tiempo al aire libre para encontrar paz, tranquilidad y calma para toda la familia.

Encuentre la paz al aire libre